En el mundo de la moda, y en cualquier otro emprendimiento, las marcas no sólo son nombres, sino extensiones del alma y la identidad de sus creadores. Para Sandra Ramírez, el nombre "Sello Ocho" evocaba un profundo cariño y una historia de crecimiento, pero también un conflicto interno que eventualmente la llevó a una decisión trascendental. Desde la salida de los siete fundadores originales, Sandra comenzó a sentir que Sello Ocho ya no reflejaba completamente su identidad y visión. Este desajuste generó un período de introspección y conflicto. ¿Debería mantener un nombre que ya no resonaba con su evolución personal o atreverse a hacer un rebranding que reflejara mejor quién es ella hoy?
Después de mucha meditación y reflexión, Sandra decidió que lo correcto era dar un paso audaz hacia el futuro. A pesar de la gratitud por todo lo que Sello Ocho había representado y logrado, la necesidad de autenticidad prevaleció. Así nació "Olivia". El rebranding a Olivia no sólo es un cambio de nombre, sino una reafirmación de la esencia y los valores que siempre han guiado la marca. El concepto y la calidad de las piezas permanecen intactos, pero ahora con un nombre que Sandra siente más alineado con su verdadera identidad.
"Olivia" simboliza una nueva era para la marca, donde la autenticidad y la conexión personal son fundamentales. Este cambio permite a Sandra proyectar con mayor claridad su visión creativa y su esencia como diseñadora, fortaleciendo aún más la relación con sus clientes y seguidores. El viaje desde Sello Ocho hasta Olivia es un testimonio de crecimiento personal y profesional. Es una muestra del coraje necesario para abrazar el cambio y la importancia de sentirse identificado con la propia creación y esencia. Con Olivia, Sandra no sólo rinde homenaje a su pasado, sino que también abre un nuevo capítulo lleno de posibilidades y promesas.
La reinvención de Sello Ocho a Olivia marca un hito significativo en la trayectoria de Sandra y su marca. Es una declaración de autenticidad y compromiso con la evolución personal y profesional. Así, Olivia emerge como un símbolo de renovación, llevando consigo el legado de Sello Ocho, pero con un nombre que refleja con mayor precisión el corazón y el alma de su creadora.